¿Se ha lesionado en el trabajo?
Algunas lesiones ocupacionales no se pueden relacionar con un incidente o una fecha en particular. Entre ellas se encuentran las enfermedades profesionales, como las derivadas de la exposición prolongada a humos o productos químicos nocivos, o las lesiones por movimientos repetitivos derivadas del trabajo en una línea de ensamblaje o alguna otra tarea muy repetitiva. Estos casos pueden ser más difíciles de tratar que una caída o un accidente relacionado con el equipo, y es probable que se encuentren con objeciones y obstáculos planteados por su empleador, y esa es una razón más para buscar ayuda legal para presentar su reclamo.
Tenga en cuenta que su empleador y su aseguradora están interesados en que el reclamo se resuelva con el menor pago posible. Cuanto más complejo sea el caso, más crítico es contar con un abogado experimentado en compensación laboral para ayudarlo a encontrar su camino a través del lodazal. Al igual que con las lesiones industriales o de construcción, debe informar la lesión lo antes posible después de que comience a desarrollar síntomas. Es posible que necesite expertos médicos de su lado para impugnar las afirmaciones del empleador de que la lesión no ocurrió o que lo hizo fuera del lugar de trabajo. Un abogado también puede asegurarse de que no se le descuente el cálculo de la pérdida salarial; de que no se tomen represalias contra usted ni se le reincorpore al trabajo para realizar “tareas ligeras” y luego se le despida; y de que reciba los beneficios a los que tiene derecho en virtud de la ley, desde las principales facturas médicas hasta el reembolso del millaje que se le permite demandar por los viajes al médico o a la farmacia.
La otra parte dispone de ajustadores, abogados y peritos en su equipo para tratar de pagar lo mínimo para satisfacer su reclamo. No trate de enfrentarse a ellos usted mismo.